En un contexto marcado por la incertidumbre laboral, la falta de acceso a la vivienda y la precariedad juvenil, la elección del grado universitario no es solo una cuestión vocacional: es también una decisión con fuertes implicaciones materiales. La inserción en el mercado de trabajo varía significativamente entre titulaciones, y los datos lo confirman.
He pensado en publicar esta entrada a raíz de varias solicitudes por X (Twitter), y con ánimo de organizar y hacer más accesibles los datos e hilos que he ido publicando allí. Además, estamos ya en mayo, y es posible que muchos alumnos de segundo de bachillerato estén ultimando la decisión de qué grado universitario escoger.
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades publica anualmente datos acerca de la inserción laboral de los titulados universitarios, cruzando datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU) con datos de afiliación a la Seguridad Social de la Tesorería General de la S.S.
Este cruce nos permite conocer, entre otros, los siguientes indicadores, que utilizo para elaborar un “ranking” con los grados universitarios con mejor inserción laboral:
Tasa de afiliación: Relación entre el número de egresados universitarios dados de alta en la Seguridad Social y el total de egresados universitarios.
Porcentaje de afiliados con contrato indefinido: De los egresados universitarios dados de alta en la Seguridad Social, el porcentaje que tienen un contrato indefinido (en contraposición a uno temporal).
Porcentaje de afiliados a tiempo completo: De los egresados universitarios dados de alta en la Seguridad Social, el porcentaje que trabajan a jornada completa.
Porcentaje que requiere título universitario: Utilizando la métrica del grupo de cotización, identificamos a aquellos egresados universitarios dados de alta en la Seguridad Social cuyo empleo requiere educación superior; no necesariamente de la titulación que estudiaron.
Porcentaje con un salario bruto superior a 30.000€: Utilizando la métrica de la base de cotización, se identifican aquellos egresados universitarios dados de alta en la Seguridad Social que perciben ingresos superiores a los 30.000€ brutos.
Para el ranking utilizo los últimos datos publicados, en febrero de 2025, que se corresponden con estudiantes que terminaron sus estudios en 2019, y se evalúa su situación laboral cuatro años después, en 2023. Por cuestiones de espacio y de completitud, únicamente publico datos de aquellos grados con más de 200 egresados en el año.
Los grados con mayor tasa de afiliación cuatro años después de finalizar los estudios son Medicina, seguido de varias ingenierías e Informática. En las posiciones de arriba se encuentran también varios grados de la rama sanitaria como Óptica, Podología o Enfermería.
Por el contrario, los grados con menor tasa de afiliación son Relaciones Internacionales, Odontología, Lenguas Extranjeras, seguidos de varios grados de la rama de Humanidades. Estos grados, con tasas de afiliación inferiores incluso a la de jóvenes sin estudios superiores, pueden verse influidos porque sus egresados sigan formándose en estudios de posgrado.
En la tasa de afiliados indefinidos, destacan de nuevo las carreras técnicas. Sin embargo, en los dos últimos puestos encontramos la sorpresa de dos grados que, a pesar de que destacan para bien en el resto de métricas de inserción, tienen tasas de temporalidad elevadísimas: enfermería y medicina. Aquí coinciden dos factores: por un lado, una tasa de temporalidad en el sector público que no ha disminuido de la misma forma que en el privado tras la reforma laboral, y por otro lado, que los estudiantes de Medicina se encuentran prácticamente todos en su periodo de residencia, en el que tienen contratos temporales.
En cuanto al porcentaje de afiliados que trabajan a jornada completa, Medicina vuelve a posicionarse en el primer puesto de la tabla, seguido de nuevo por varias ingenierías. De hecho, no es hasta el puesto número 20 donde encontramos un grado que no sea técnico, Administración y Dirección de Empresas.
En los puestos de cola encontramos Odontología, Educación infantil y Actividad Física y del Deporte. Vamos a dar algo más de detalle de los motivos por los que pueden tener tasas de parcialidad superiores al 50%:
Odontología: Muchos dentistas recién graduados no acceden directamente a plazas fijas o a tiempo completo. Comienzan trabajando en varias clínicas privadas a la vez, con contratos por horas o a tiempo parcial. Asimismo, la profesión tiende hacia el autoempleo, lo que genera alta parcialidad, aunque las horas trabajadas sean elevadas. Finalmente, otro factor puede ser la inversión inicial elevada que implica montar una clínica dental, que les requiere acumular experiencia y recursos en empleos parciales antes.
Educación infantil: En el ciclo de 0 a 3 años, muchas escuelas infantiles privadas y concertadas ofrecen empleos con jornadas reducidas o parciales. En el caso del sistema público, muchos egresados comienzan en puestos temporales a tiempo parcial como interinos o sustitutos.
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD): En gimnasios, centros deportivos o en el entrenamiento personal, el trabajo suele organizarse en franjas horarias, según la demanda de los clientes. Muchos trabajan en varios lugares al mismo tiempo (clases dirigidas, entrenamientos, clubes deportivos…), lo que implica contratos parciales en cada caso.
Respecto al porcentaje de titulados que trabajan en empleos que efectivamente requieren educación superior, las posiciones más destacadas en el ranking se corresponden con las ramas sanitarias. Esto se debe a que el mercado laboral sanitario está altamente profesionalizado, regulado y dependiente de la titulación específica, con escasa competencia de otros perfiles y demanda constante.
Por el lado contrario, los grados cuyos titulados suelen trabajar en empleos que no requieren formación superior son Criminología, demandada en puestos policiales donde el grado no es diferencial y Turismo, con elevada presencia de empleos de baja cualificación en el sector como recepcionista, atención al cliente, restauración, etc.
Las titulaciones con mayor porcentaje de egresados con salarios superiores a 30.000€ son Medicina, Ingeniería en Organización Industrial y Enfermería. ¿Por qué se perciben salarios tan elevados tan solo cuatro años después de terminar el grado? Vamos a teorizar:
Medicina: Poco que explicar; Es una de las carreras profesionales que requiere una formación más larga y exigente, incluyendo el examen de acceso a especializaciones (MIR). Tiene una alta demanda sostenida por el envejecimiento poblacional y el sistema público.
Ingeniería en Organización Industrial: Aquí, desde mi experiencia personal, creo que es un perfil muy versátil y buscado en sectores tanto industriales, logísticos y tecnológicos, como en otros menos “cercanos” como podría ser el sector financiero, todos ellos con alta productividad y salarios. Se combina formación técnica con gestión, lo que permite escalar rápido tanto en PyMEs como en empresas más grandes.
Enfermería: Aquí encontramos uno de los “trucos” de la estadística. La métrica está calculada suponiendo una jornada completa durante todo el año. Enfermería, si bien no tiene una tasa de parcialidad por debajo de la media, sí suele encadenar contratos temporales que no cubren necesariamente todo el año. En cualquier caso, se caracteriza por salarios que, incluyendo los complementos, son relativamente altos respecto a otros grados en las etapas tempranas de la carrera profesional.
En el vagón de cola: Terapia Ocupacional, Logopedia y Comunicación. Los dos primeros, con mercados laborales limitados y poco desarrollados, con alta precariedad, altas tasas de empleo autónomo y salarios fragmentados, a menudo por sesiones o por horas. En cuanto a Comunicación, es un sector muy saturado, con alta competencia de profesionales sin estudios superiores, donde predominan los contratos temporales, las prácticas largas y todo agravado por la precarización que ha traído la digitalización a los puestos de entrada.
Finalmente, para calcular el ranking, aplicamos una puntuación en función de la desviación que tiene cada grado en una métrica respecto de la media de los grados universitarios. Posteriormente, asignamos a cada métrica un peso: 30% para la tasa de afiliación, 20% para el % de indefinidos, 15% para el porcentaje a tiempo completo, 15% para el porcentaje que requiere grado universitario y 20% para la tasa de los que perciben más de 30.000€ anuales.
El resultado del ranking es el siguiente:
Ingeniería en Organización Industrial: (Prometo que no está trucado). Como hemos dicho, es un perfil técnico muy polivalente que tiene alta empleabilidad en sectores industriales y de servicios productivos y con salarios competitivos. Tiene valores altos en todas las métricas.
Desarrollo de Software y Aplicaciones: Con una alta demanda estructural, el mercado no cubre toda la necesidad de talento para este grado. Excelentes sueldos, baja temporalidad y parcialidad y escaso paro. Inserción rápida y con posibilidad de trabajar tanto de forma remota como freelance.
Ingeniería electrónica: Es un perfil técnico con fuerte vínculo a sectores industriales estratégicos como la automoción, la energía o la robótica. Tiene alta tasa de afiliación y elevada proporción de salarios altos.
En los puestos de cola, encontramos:
Historia del arte: Con un mercado laboral reducido, centrado en la docencia, museos o cultura. Solo un 17% supera los salarios de 30.000€ y apenas hay contratos indefinidos y a tiempo completo. Alta precariedad y sobrecualificación para muchos empleos asociados.
Bellas artes: Las profesiones artísticas tienden a la autoocupación y al trabajo por encargo, por lo que la estabilidad laboral es baja y muchas veces es necesario compaginarlo con otras fuentes de empleo. Destaca por su baja tasa de afiliación.
Antropología social y cultural: Es un campo con escasa demanda directa en el sector privado. Su inserción laboral es indirecta: cooperación, análisis social o investigación, y con sueldos bajos.
Por último, hay que explicar el caso de Medicina. Medicina es uno de los grados con mejor inserción laboral en España; lidera cuatro de las cinco métricas analizadas en este ranking. Sin embargo, la particularidad de que, al realizar el MIR, su tasa de temporalidad se eleva al 99%, hace que no quede en las primeras posiciones de este ranking. No he querido hacer excepciones para este grado en la puntuación, porque estoy seguro de que todos tienen sus propias particularidades y sería injusto.
Esto me lleva a un disclaimer muy importante.
Este ranking ofrece una foto fija y descriptiva de la inserción laboral de los grados universitarios en España en 2023, basada en indicadores objetivos como afiliación a la Seguridad Social, tipo de contrato o nivel salarial. Aunque proporciona información relevante para orientar decisiones académicas y profesionales, no debe interpretarse como una predicción del futuro laboral de cada titulación. El mercado de trabajo es dinámico y cambiante, y factores como la vocación, el rendimiento académico, la especialización posterior, la movilidad o las transformaciones tecnológicas también influyen significativamente en las trayectorias profesionales. Por tanto, este ranking debe leerse como una herramienta más, valiosa, pero no definitiva, en la toma de decisiones educativas.
Además, es importante recordar que la educación superior universitaria no es la única vía hacia una inserción laboral exitosa. La Formación Profesional, especialmente la FP Dual, tiene altas tasas de empleabilidad, una conexión más directa con el tejido productivo y una respuesta ágil a las demandas del mercado laboral. En el contexto de España, donde muchos sectores técnicos e industriales enfrentan escasez de perfiles cualificados, la FP representa una opción muy sólida, con itinerarios más cortos y con un creciente reconocimiento social y empresarial.
En definitiva, no hay decisiones fáciles cuando se trata del futuro, y mucho menos cuando se deben tomar en etapas tan tempranas. Pero contar con datos concretos, aunque imperfectos, puede ayudar a tomar elecciones más informadas, entendiendo mejor las implicaciones laborales de cada opción formativa. Ojalá esta entrada sirva, aunque sea de forma modesta, para acompañar ese proceso, especialmente a quienes, en estos meses, se enfrentan a la difícil decisión de elegir qué estudiar.
Nota: Vuelve arriba. Fíjate que en las notas al pie de todos los gráficos he incluido un enlace para que puedas descargar todos los datos. Si quieres obtener variaciones. Incluyo aquí el enlace a los datos sobre inserción laboral del Ministerio de Universidades
Buen artículo! Creo que la decisión que afrontamos al escoger la carrera es especialmente difícil en España, al menos cuando lo comparo con otros mercados como Reino Unido.
Ahí parece que tú carrera universitaria, se ve más como un step que hay que pasar, y el abanico de oportunidades se te abren con los conocidos graduate programmes. Disclaimer: baso esto en anécdotas no datos, sería interesante mirarlo en detalle.
En España, tú carrera sí te define. Además, mucha gente no la acaba o le cuesta, estoy seguro que esto le pasó a muchos de tus compañeros.
Esto parece que tampoco ocurre en Reino Uno, no conozco a nadie que haya repetido un curso, y todos terminan después de tres años (habría que ver los datos).
Sería interesante añadir a este análisis el % de alumnos que terminan las carreras y cuánto tardan en promedio.
Yo acabo de lanzar un Substack propio, donde mezclo análisis económicos —rigurosos pero amenos— con reflexiones personales. Acabo de publicar un artículo sobre el acceso a la vivienda en España, comparando datos entre generaciones. Si te interesa, está en mi perfil.
Muy muy interesante; siempre pienso que, si pudiese volver al pasado, le diría a mi yo chiquito que se pensase bien las cosas.